Me gustaría ser el monstruo que creen que soy.
En las noches sin lunas, el agua era negra como tinta de maestre, de horizonte a horizonte. Oscura, profunda, hermosa de manera escalofriante; pero si la miraba demasiado tiempo, Tyrion acababa pensando en lo fácil que sería saltar por la borda y adentrarse en aquella oscuridad. Unas salpicaduras de espumas minúsculas, y la historia patética e insignificante que había sido su vida habría terminado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario